Amaia Meléndez

En el pequeño pueblo de San Martin de Unx, donde las tradiciones y el amor por la cocina se entrelazaban con la vida cotidiana, nació la historia de "El Horno de Pedro", una pastelería que hoy en día es un referente de sabor y dedicación, fundado por Amaia.

Desde temprana edad, Amaia cocinaba pasteles, aunque sus primeros intentos no siempre resultaban en delicias perfectas. Sin embargo, su abuelo, Pedro, siempre estaba ahí para probar sus creaciones con una sonrisa y un gesto de aprobación. Fue él quien sembró en Amaia la semilla del amor por la cocina y la convicción de que, con suficiente pasión y esfuerzo, cualquier reto podría superarse.

El destino de Amaia estaba claro: seguir una carrera en la cocina. Decidió estudiar formalmente, lo que la llevó a adquirir una base sólida de conocimientos culinarios y a perfeccionar sus habilidades. Pero su corazón siempre volvía al pequeño pueblo donde creció.

Fue entonces cuando surgió la idea de abrir su propio obrador. En un gesto de amor y gratitud, decidió establecer el obrador en la casa de su abuelo, el lugar donde había probado sus primeros pasteles y donde,

sin duda, había nacido su amor por la repostería. Así nació "El Horno de Pedro", un nombre que rinde homenaje a quien siempre la apoyó y creyó en ella.

Pero la historia no es solo sobre pasteles y creaciones culinarias; es también una historia de amor por el pueblo. Pedro inculcó a Amaia el valor de la comunidad, la importancia de conocer a sus vecinos y la responsabilidad de contribuir al bienestar del lugar que los vio crecer. Amaia tomó esto a pecho y, a través de su obrador, se convirtió en un pilar de la comunidad.

Hoy en día, "El Horno de Pedro" es un éxito, pero su esencia sigue siendo la misma: amor por la cocina, respeto por la tradición y devoción a la comunidad. Pedro ya no está físicamente presente, pero su espíritu y legado perduran en cada pastel y en cada sonrisa de los clientes que disfrutan de las creaciones de Amaia. Esta pastelería es mucho más que un negocio; es un tributo al cariño de un abuelo y al amor por un pueblo que siempre será su hogar.

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San Martín de Unx

En este pueblo, la comunidad y el impulso del mercado local son esenciales para nuestra identidad y bienestar. En este rincón rural, donde cada vecino es parte fundamental de una gran familia, el apoyo mutuo se convierte en la fuerza que impulsa nuestras aspiraciones individuales y colectivas. Al respaldar a nuestros productores locales, no solo preservamos nuestras tradiciones y enriquecemos nuestra cultura, sino que también construimos una red económica sólida, independiente y capaz de enfrentar los desafíos con resiliencia.

Además, impulsar el mercado local no solo es una cuestión económica, sino una expresión de nuestra autonomía y orgullo comunitario. Cada compra en el mercado de San Martín de Unx n fortalece el vínculo entre vecinos, creando un entorno donde las historias se comparten, las amistades se consolidan y las ideas florecen. En este paisaje rural, la colaboración y el respaldo mutuo son los cimientos sobre los cuales construimos un futuro sostenible y próspero para todos.